Una vez adaptado ya al entorno, me llevó al menos dos días, empecé a disfrutar de lo que me rodeaba. Y tres son las cosas que me van a quedar en el recuerdo durante mucho tiempo:
1-como no llegó la pintura con la que pintar la escuela, que es a lo que había venido, he estado dando clases de ingles a los alumnos de 5, 6 y 7 grado. bueno, a intentar darles clases porque el nivel es tan bajo que a duras penas me entendían. pero nos apañamos. son unos momentos del día compartidos con ellos muy divertidos y me han contagiado sus ganas de aprender a pesar de las dificultades.
2-poder ser testigo presencial de como vive una sociedad aislada en las montañas y que esta estancada en el tiempo. sus costumbres, sus tradiciones y su cultura me han hecho adquirir una alta dosis de conocimiento antropológico local y rural
3-y por ultimo, el espectáculo natural que me rodea constantemente y al cual dedico el post de hoy.
La vida en Simthali parece haberse detenido hace mucho, muchos años. todo es amable y apacible. la lluvia es constante esta época del año, pero son lluvias moderadas e intermitentes. enclavada en una zona de suaves colinas, valles, bosques y montañas, y aislada de la civilización (coches, tiendas, carreteras....) a mas de 3 horas andando, el lugar impresiona por su color verde.
jamas había visto tantas gamas de verdes juntas. de un verde insultante, que tiñe las laderas con todas sus terrazas de arroz ganadas al bosque que como un rompecabezas y de formas sinuosas van bajando hasta las partes bajas del valle. los mil verdes de los campos arroz, en función del grado de madurez que tengan ya cada uno, mezclados con los verdes de la vegetación autóctona y la atmósfera tropical, hacen de éste, un espectáculo mayúsculo
Simthali es sin duda, en esta época del año y con los campos verdeciendo, un verdadero deleite visual
Simthali tal com dius un lloc molt bonic però on hi ha molta feina a fer.... endavant i sort !!!
ResponderEliminarPreciosas fotos, espectacular!
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