Es hora de empezar a hacer balance de todos estos meses.
Sin duda, y ya lo he mencionado mas de una vez, hacer una inmersión física y emocional de este tipo, entrando de lleno en los problemas y necesidades de la gente, uno se da cuenta de que mas que nunca cualquier tipo de ayuda que se pueda hacer, es necesaria porqué acabará repercutiendo en el bienestar de alguien que lo necesita.
cuantas veces nos planteamos a la hora de hacer cualquier tipo de donación, si ese dinero o esa ayuda llegará realmente a quién lo necesite. Muchas veces, si no casi siempre. Pudiendo incluso decidir no hacerlo.
Mala decisión.
he podido comprobar como las ayudas, por pequeñas que sean, suman (y no solo donde yo estoy, si no en varias asociaciones que he tenido la oportunidad de conocer y ver sus trabajos).
Suman para que alguien tenga un sitio donde dormir, o algo para comer, o posibilidades de estudiar, o simplemente tener dignidad.
Todos merecemos una vida mejor, pero los mas desfavorecidos, llamémosles así, mas que nadie.
en nuestro mundo tenemos muchos problemas también. hay gente que sufre y que no tiene trabajo, pero las circunstancias y el entorno son otras.
Pero en países como Nepal, esta misma gente, ya nacen sin futuro.
Aquí, decenas de ONG y pequeñas asociaciones, ya sean locales o internacionales, operan a destajo para darles las posibilidades que su país no puede ofrecerles.
Si no fuera por todos ellos, cuantos niños seguirían en la calle. cuantos estarían en sus aldeas remotas sin poder tener acceso a una minima educación. Cuantos no tendrían nada mas que un plato de arroz al día para comer. cuantos estarían sufriendo enfermedades por no poder tratarlas.....
Y no me limito a hablar solo de lo que pasa en Nepal. Esto fácilmente podría extenderse a tantos otros países de Asia, Africa, Sudamerica...
A lo largo de estos 3 meses, si habéis seguido el blog, habréis leído historias que he ido desgranando como por ejemplo, como en Simthali, una aldea remota de Kavre, los niños pueden volver al colegio gracias a que se les ha podido construir una escuela nueva. Como Dinesh, Bibisha, Bikram y tantos otros niños, pudieron salir de la mendicidad de la calle y ahora viven felices e ilusionados en las casas de acogida de Sundarijal e Indreni. Como Srijana, Ganesh, Visnu o Pabin han tenido la oportunidad de dejar su pueblo sin porvenir y venir aquí a estudiar y labrarse un futuro mejor. O como Dilu, ha podido empezar a tratarse esa rara enfermedad que padece que lo llevaba directamente a una muerte prematura.
Historias que yo he vivido en primera persona y que sin las ayudas, no habrían tenido lugar. Corrijo, si que existirían, pero con un final muy diferente.
Si, las ayudas son necesarias.
Y no nos cuesta tanto....
Solo unos minutos de reflexión. Con menos de lo que pagamos de cuota al mes para estar apuntados a un gimnasio, al cual no vamos casi nunca, o con lo que cuestan 2 entradas para ir al cine, unas palomitas y 2 coca-colas, se puede conseguir que un niño, venga de la calle o de una familia sin recursos, pueda estudiar, comer, dormir, tener ilusiones, soñar, jugar... En definitiva, pueda ser niño y tener futuro!
Cuando estando aquí y paseando por zonas turísticas de Katmandú he visto a chicos deambulando y pidiendo, pensaba, este podría ser nuestro Bikram, o Bibisha, o Deepak, o Ashok, o Dinesh, o Ramesh, o Anju...
Está claro que queda mucho por hacer. Unos niños se salvan y otros caen en la tinieblas. es una rueda que no para y cuyo fin se ve muy lejano. Es el mundo que nos toca vivir y que esta divido en dos. Norte/sur, ricos/pobres, el primer mundo/el tercer mundo...llamémosle como queramos.
En nuestras manos no esta la solución final, para eso están los gobiernos y grandes organizaciones mundiales, esta claro! pero si el desahogo de muchos. Y muchas pequeñas historias podrán tener un final mejor si todos nos solidarizamos mas!
Sin duda, y ya lo he mencionado mas de una vez, hacer una inmersión física y emocional de este tipo, entrando de lleno en los problemas y necesidades de la gente, uno se da cuenta de que mas que nunca cualquier tipo de ayuda que se pueda hacer, es necesaria porqué acabará repercutiendo en el bienestar de alguien que lo necesita.
cuantas veces nos planteamos a la hora de hacer cualquier tipo de donación, si ese dinero o esa ayuda llegará realmente a quién lo necesite. Muchas veces, si no casi siempre. Pudiendo incluso decidir no hacerlo.
Mala decisión.
he podido comprobar como las ayudas, por pequeñas que sean, suman (y no solo donde yo estoy, si no en varias asociaciones que he tenido la oportunidad de conocer y ver sus trabajos).
Suman para que alguien tenga un sitio donde dormir, o algo para comer, o posibilidades de estudiar, o simplemente tener dignidad.
Todos merecemos una vida mejor, pero los mas desfavorecidos, llamémosles así, mas que nadie.
en nuestro mundo tenemos muchos problemas también. hay gente que sufre y que no tiene trabajo, pero las circunstancias y el entorno son otras.
Pero en países como Nepal, esta misma gente, ya nacen sin futuro.
Aquí, decenas de ONG y pequeñas asociaciones, ya sean locales o internacionales, operan a destajo para darles las posibilidades que su país no puede ofrecerles.
Si no fuera por todos ellos, cuantos niños seguirían en la calle. cuantos estarían en sus aldeas remotas sin poder tener acceso a una minima educación. Cuantos no tendrían nada mas que un plato de arroz al día para comer. cuantos estarían sufriendo enfermedades por no poder tratarlas.....
Y no me limito a hablar solo de lo que pasa en Nepal. Esto fácilmente podría extenderse a tantos otros países de Asia, Africa, Sudamerica...
A lo largo de estos 3 meses, si habéis seguido el blog, habréis leído historias que he ido desgranando como por ejemplo, como en Simthali, una aldea remota de Kavre, los niños pueden volver al colegio gracias a que se les ha podido construir una escuela nueva. Como Dinesh, Bibisha, Bikram y tantos otros niños, pudieron salir de la mendicidad de la calle y ahora viven felices e ilusionados en las casas de acogida de Sundarijal e Indreni. Como Srijana, Ganesh, Visnu o Pabin han tenido la oportunidad de dejar su pueblo sin porvenir y venir aquí a estudiar y labrarse un futuro mejor. O como Dilu, ha podido empezar a tratarse esa rara enfermedad que padece que lo llevaba directamente a una muerte prematura.
Historias que yo he vivido en primera persona y que sin las ayudas, no habrían tenido lugar. Corrijo, si que existirían, pero con un final muy diferente.
Y no nos cuesta tanto....
Solo unos minutos de reflexión. Con menos de lo que pagamos de cuota al mes para estar apuntados a un gimnasio, al cual no vamos casi nunca, o con lo que cuestan 2 entradas para ir al cine, unas palomitas y 2 coca-colas, se puede conseguir que un niño, venga de la calle o de una familia sin recursos, pueda estudiar, comer, dormir, tener ilusiones, soñar, jugar... En definitiva, pueda ser niño y tener futuro!
Cuando estando aquí y paseando por zonas turísticas de Katmandú he visto a chicos deambulando y pidiendo, pensaba, este podría ser nuestro Bikram, o Bibisha, o Deepak, o Ashok, o Dinesh, o Ramesh, o Anju...
Está claro que queda mucho por hacer. Unos niños se salvan y otros caen en la tinieblas. es una rueda que no para y cuyo fin se ve muy lejano. Es el mundo que nos toca vivir y que esta divido en dos. Norte/sur, ricos/pobres, el primer mundo/el tercer mundo...llamémosle como queramos.
En nuestras manos no esta la solución final, para eso están los gobiernos y grandes organizaciones mundiales, esta claro! pero si el desahogo de muchos. Y muchas pequeñas historias podrán tener un final mejor si todos nos solidarizamos mas!
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